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¿Qué es el trabajo y por qué trabajamos?

Por: L.E. Lucía Gómez Huerta

En un plano subjetivo, el trabajo es vendido como la vía infalible para satisfacer las necesidades humanas, cualesquiera que estas sean, las del estómago o las de la fantasía. Sin embargo, si nos ponemos a pensar ¿por qué aún que una persona promedio destine cada vez más horas a trabajar, sus condiciones de vida no tienden a mejorar?, o peor aún, ¿por qué a pesar de haber cada vez más avances tecnológicos y organización social que posibiliten la reducción de las jornadas laborales, destinar menos tiempo al trabajo y más al desarrollo personal se vuelve un deseo cada vez más lejano? Bueno, la respuesta está en la forma en cómo se encuentra organizado el trabajo en el sistema capitalista.

Primero, es necesario definir al trabajo como el único proceso mediante el cual mujeres y hombres, con apoyo de instrumentos de trabajo, modifican los objetos de la naturaleza para posteriormente intercambiarlos mediante el dinero y entonces poder obtener los medios suficientes para subsistir. A lo largo de este proceso, las personas se relacionan unas con otras y su posición dentro del sistema depende en total medida de quiénes son quienes concentran las tierras, las fábricas, la tecnología, el gobierno, el capital, pues al poseer los medios productivos, el objetivo ya no resulta ser el de obtener alimento o vivienda para continuar, sino el de mantener a una masa de población violentamente insertada en trabajos donde no existan remuneraciones justas por sus labores para, de este modo, generar la mayor cantidad de ganancia posible. ¿Y cómo sucede esto? Bien, bajo la óptica de la economía objetiva, las cosas (mercancías) valen según el tiempo de trabajo que esté invertido en ellas, es decir, a mayor número de horas trabajadas, mayor es el precio de esa mercancía y por tanto mayor resulta la ganancia. Cuando el grado de explotación hacia las y los trabajadores es mayor, lógicamente, las ganancias tienden a incrementarse. Este grado de explotación refiere a los mecanismos empleados para hacer trabajar por más tiempo y con menores costos a todos los trabajadores alrededor del mundo.

Esta situación se vuelve compleja cuando la modernidad y el desempleo perjudican la situación de las personas. Y se agudiza cuando una misma labor es dividida entre la planta obrera y campesina, a modo de eficientar los tiempos de trabajo y poder producir y mover un volumen gigantesco de mercancías en tiempos cada vez más cortos. Con el paso del tiempo y el desarrollo del sistema capitalista, las formas de explotación de las y los trabajadores se vuelven aún más complejas, hasta llegar al punto donde la autoexplotación resulta ser la única alternativa para subsistir.

Y entonces, ¿cuál es la alternativa al trabajo dentro del capitalismo? Organización. Tomar consciencia del lugar que se nos ha impuesto, no priorizar el dinero como el propósito de nuestra vida, reforzar las relaciones laborales-comunitarias y procurar el buen vivir. El modo capitalista de producción basado en la explotación del trabajo asalariado, deforma física y espiritualmente a la humanidad, obligándola a mantenerse dentro mediante la disciplina del hambre, la última y la más cruel de las pobrezas.